De reprobado a reconocido

¿Sabes en cuántas negociaciones internacionales y en cuántas invitaciones de instituciones prestigiosas ha importado el aprendizaje gerencial, el networking y la exposición global que tuve con el IEEE desde mis años universitarios? En absolutamente todas.

Este artículo trata sobre cómo un mal historial académico no te define y cómo involucrarte en proyectos que te apasionan —como el IEEE en mi caso— puede llevarte lejos en la vida profesional y personal. Aquí te cuento por qué las calificaciones no lo son todo y cómo el enfoque en varias áreas puede ser tu mejor jugada para el futuro.

Esto es lo que algún buen crítico puede argumentar en contra de las ideas del artículo que aquí te presento:

  • Falta de diploma: "Tu experiencia es valiosa, Aarón, pero la falta de un diploma puede cerrar puertas en ciertas industrias reguladas."
  • Desbalance vida-trabajo: "Tu enfoque en el éxito profesional a expensas de otros aspectos de la vida podría llevar a un desbalance perjudicial."
  • Inconsistencia: "Tu historia muestra una falta de compromiso con la educación formal. Esto podría interpretarse como inconsistencia."
  • Métricas: "Falta un análisis cuantitativo que demuestre cómo tu experiencia con el IEEE se tradujo en éxito empresarial concreto."

Son notas válidas, pero tú lee el texto completo y construye tu propia opinión, querida PAD.

Let’s get started.


En 2004 fundé la IEEE Student Branch en mi alma mater. El IEEE es la organización profesional técnica más grande del mundo. Es como la ONU de la tecnología. Ha sido encargada de muchas cosas que hacen que tu vida y la mía funcionen mejor. El IEEE —por ejemplo— en algún momento sentó a las grandes compañías como Microsoft, Hitachi, IBM, Google, etcétera y los coordinó para desarrollar un estándar global que hoy tú y yo conocemos como WiFi. Así de importante es su influencia. Como presidente fundador de este club en mi universidad, tuve que entusiasmar a mis compañeros para que pagaran su membresía al instituto y empujarnos para echar a andar varios proyectos. Ganamos premios y reconocimiento internacional. Fue de las mejores experiencias de mi vida porque al egresar, me mantuve como voluntario y viajé por el mundo para ayudar a la organización en varias facetas. Fui encargado del comité de comunicaciones electrónicas en Latinoamérica, estuve involucrado en la edición de la revista del instituto en la región y fui el representante de la IEEE Society Computer para toda la parte latina del continente.

Te cuento esto porque siempre te platico que fui un mal estudiante en la universidad, y es cierto. Mis calificaciones no fueron motivo de orgullo, reprobé materias, tardé seis años en egresar en lugar de los típicos cuatro y las tres ocasiones en que intenté escribir mi tesis, no terminé el proceso, así que jamás obtuve mi diploma oficial, pero no todo lo hice mal en aquella etapa. Y esto es importante: la gente que veas que está haciendo las cosas muy bien en un área, no significa que las está haciendo muy bien en todos los demás aspectos de su vida. Y viceversa. Esto lo sabes porque te ocurre a ti: has ido creciendo en la corporación en la que trabajas y al mismo tiempo has descuidado bastante tu salud, por ejemplo. O te has enfocado al extremo en el fitness pero sufres porque no generas suficiente dinero para poner pan en la mesa.

Resulta que hace unos días, los chicos de la IEEE Student Branch de mi universidad me contactaron para invitarme a dar una conferencia. Acepté encantado y lo divertido fue que no sabían que yo había fundado el club. Se emocionaron al enterarse porque ya son casi veinte años desde que todo ese asunto inició y quieren conocer un poco de la historia.

¿Sabes en cuántas negociaciones internacionales en las que he estado me han pedido mis calificaciones universitarias como un requisito para construir grandes proyectos? En ninguna.

¿Sabes en cuántas de las invitaciones que instituciones prestigiosas me han hecho para workshops, conferencias y demás me han preguntado cómo me fue en la universidad? En ninguna.

¿Sabes en cuántas negociaciones internacionales y en cuántas invitaciones de instituciones prestigiosas ha importado el aprendizaje gerencial, el networking y la exposición global que tuve con el IEEE desde mis años universitarios? En absolutamente todas.

No estoy diciendo que la universidad no importa. A mí y a muchos nos ha ayudado bastante para conectar con futuros colegas, jefes, socios, amigos y demás, pero lo que quiero decirte es que si hay cosas que estás ejecutando mal hoy y te la vives dándote latigazos emocionales a diario estilo oración católica victimizante "por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa", deja de hacer eso y en su lugar enfócate en también sembrar ejecución genial en otros aspectos personales y profesionales que puedas.

No veas tu día a día como el espacio para avanzar linealmente en un solo proyecto.

A diario construyes diversos proyectos. Unos te darán resultados catastróficos (mis calificaciones de la uni para mí) y otros te asombrarán por lo que te darán (mi voluntariado en el IEEE). Entre más te involucres en diversos proyectos, mejor estás apostando a tu futuro. Entre mejor calidad haya en las personas e ideas de esos proyectos, uf, más impresionante será el retorno de la inversión del TADI que metas a ellos.

TADI: Tiempo, Atención, Dinero e Incomodidad.

En unas semanas platicaré con los jóvenes que hoy pertenecen a la IEEE Student Branch de la universidad que me vio crecer. No me van a pagar. A corto plazo no gano nada en realidad por asistir. Al contrario, "pierdo tiempo". Pero hey, es un proyecto y si algo he aprendido es que es infinitamente mejor involucrarme en estas cosas que luego te llevan a destinos que no lucían lógicos en el origen que ciclarme siguiendo la rutina de siempre.

Minimiza el sentirte mal porque vas terrible en algunas áreas. Trata de componerlas si son importantes, claro (salud, fitness, importante, querida PAD). Compensa tu terrible ejecución en esos aspectos con acciones poderosas en otras áreas.

Observa atentamente que muchas de las cosas que consideras muy importantes, tal vez no lo son tanto. Y otras que parecen distracciones, son las que te impactarán mejor.

Sé audaz.

Y selo ahora.

—A.