Libros de mi vida

Los libros que me cambiaron la vida los encontré primero en la biblioteca de mi papá. Algunos que recuerdo de no-ficción que leí en mi adolescencia: "Cómo ser un consultor de éxito" y el clásico de "Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva". De novelas vienen a mi mente "Shibumi" y "Azteca". Decir que me volaron la cabeza es poco.

Seré honesto y te diré que leer estas cosas a mis once, doce, trece años me superó por mucho. El libro de consultoría me ayudó a sentirme cómodo con las palabra, pero no ejecuté lo que ahí explicaba sino hasta dos décadas después. Recuerdo que hablaba de cómo cotizar tus servicios, cómo posicionarte en esta profesión, cómo hablar con los clientes y demás hacks en ese estilo. El de la gente altamente efectiva me hizo imaginar que todos los ejecutivos se comportaban así y me empujó a aspirar en ser reconocido de esa forma —igual, tardé décadas en trabajar en ello; quisiera presumirte que desde niño me metí en esto de las PADs, pero no. Sobre las novelas, bueno, entender que la configuración social del mundo era muchísimo más compleja de lo que las simplezas de mi vecindario y escuela me mostraban me dio las bases para sentirme cómodo con mi visión "loca" de hackear la vida y no sentirme mal por ser "raro" y moverme de manera altamente inusual para mi entorno.

Una de las solicitudes que más recibo en mensajes privados en todas mis redes sociales es "recomiéndame libros". Sí, está bien, entiendo, pero creo que este asunto es muy personal. Te voy a ayudar más explicándote cómo selecciono los libros que decido comprar y leer.

Mi primer método es perderme un buen rato en librerías. Hojeo, leo contraportadas, escaneo distintas partes de la obra y si me entusiasma, es mío. Aquí lo importante es el entusiasmo inicial basado en el estilo y la información que puedes sopesar. Mucha gente se basa en el título y proyectan algo que el libro en realidad no tiene. Usando esta técnica fue como me topé un día con "The Personal MBA" de Josh Kaufman. Las recomendaciones que tipos importantes hacían en su portada y contraportada me convencieron, así como el hecho de que el autor había sido un alto ejecutivo en una corporación global. ¿Quién mejor para darte un MBA práctico en unas cuantas páginas que alguien que ha ejecutado todas esas cosas de las que habla en lugar de un mero académico que suele estar desconectado de la acción real de los negocios?

Mi segundo método es una fe ciega en la lista de bestsellers del New York Times. Lo que hago es ordenar ocasionalmente los tres o cinco libros de ficción y/o no-ficción que están rompiéndola ahí y listo. No me complico la vida. Creo que nunca me han decepcionado. No los he leído todos, pero tienen muchas más posibilidades de que los tome en algún instante que otros que llegan a mí a través por otras vías. "Three Cups of Tea" es uno de esos de esta lista del NYT esperando ser leído. Esto de comprar libros para leerlos algunos años después fue una noción totalmente exótica que copié de una ex-cibernovia alemana. Un buen día en 2005 estábamos en videoconferencia y noté que tenía en su librero "El Péndulo de Foucault" de Umberto Eco. Me emocioné y le pregunté con entusiasmo su opinión de la novela —es una trama bastante densa, super nerd, pero con el mejor final de todo lo que he leído. La chica que estudiaba un doctorado en sociología sacudió sus hombros y me informó con desfachatez que todavía no la había leído, que simplemente la había comprado tiempo atrás porque lucía interesante y ya. Hoy, calculo que el treinta por ciento de los libros que tengo están en ese mismo status.

Dos libros que llegaron a alterar mi vida de forma increíble provenientes de esta lista del NYT: "Cryptonomicon" y "The Four-Hour Work Week". El primero lo recibí por ahí del 2006 y el otro en 2009. Gracias a la novela de Neal Stephenson y a la guía de Tim Ferriss, adquirí notas intelectuales que me hicieron pensar que estaba listo para emprender —no lo estaba, pero engañarme a mí mismo no fue culpa de ellos, sus notas me siguen dando altísimos rendimientos personales y profesionales hasta el día de hoy, no exagero.

El tercer método que utilizo para seleccionar los libros que voy a leer es a través de lo que sugieren tanto Lex Fridman, Joe Rogan, Tim Ferriss y sus invitados en sus podcasts. Escuchar estas conversaciones es como estar en una sobremesa con las mentes más privilegiadas del mundo que ejecutan lo más avanzado en negocios, ciencia, política, educación, fitness, etcétera. Cuando discuten con entusiasmo acerca de un libro (ya sea de ellos o de un tercero), tomo nota de manera seria. Hey, estos tipos son multimillonarios, influyen en grandes organizaciones y tienen millones de seguidores en todo el planeta, ¿quién demonios soy yo para juzgar lo que están recomendando? Así fue como leí Sapiens en 2013 porque Naval lo mencionó en una entrevista. Lo ordené sin mucha emoción, te soy honesto, y un buen día lo llevé para leer en las gradas mientras mi hijo entrenaba fútbol. La experiencia de las primeras veinte páginas fue algo que pocas veces he vivido en términos intelectuales. Harari inyectó el mejor tipo de DMT filosófico a mis neuronas y desde entonces sus análisis de la realidad han influido mucha de mi visión del mundo.

Finalmente, otra fuente que utilizo para comprar libros de ciencia ficción es la de los ganadores de los premios Hugo. Así fue como di con “The Three-Body Problem” de Liu Cixin. Mira, ayer desayuné con un amigo y hablamos de cosas que no puedo comentar públicamente porque me cancelarían, pero una de las recomendaciones más fuertes que le hice fue la de leer esta novela en inglés. “Si tuviera que recomendarte un libro en mis últimos cinco minutos en mi lecho de muerte, sería ese”, le confesé. “Vendido”, respondió. En esa misma lista descubrí la trilogía “Broken Earth” que no he leído pero cuyo resumen de la trama en Wikipedia me tiene con agua en la boca. Y eso que —te confieso— no soy gran fan de la fantasía.

Te dejo como bonus los tres libros que más he regalado a amigos y familiares en los últimos diez años (aparte de los míos) y que siempre me han hecho quedar bastante bien: “Tools of Titans” de Tim Ferriss, “Sapiens” de Harari y “Principles” de Dalio.

Mis mejores hacks para que leas como todo un pro:

  • No tienes que terminar todos los libros que empiezas, no se trata de ser masoquista intelectual. Los libros tienen que hacer su trabajo y ganarse tu atención.
  • Puedes y debes leer varios libros de temas diferentes al mismo tiempo. No pasa nada. No te vas a confundir. Al contrario, vas a mezclar ideas locas en tu cabeza y eso te dará ventajas injustas. A esto lo llamo “lectura orgánica”.
  • Eso de estar sentado cinco horas en un sillón sin moverte y moviendo hoja por hoja sin distraerte es casi imposible hoy. Nadie hace eso.
  • Aprende a leer cinco páginas aquí, tres párrafos allá, un capítulo en este espacio, diez líneas en ese otro momento.
  • Ten libros impresos regados por todos lados: en la cocina, en tu locker del gimnasio, en el auto, en el baño. Aquello con lo que te tropiezas constantemente moldea tu realidad.
  • Si un libro te encantó al máximo, compra todas sus versiones: la electrónica, impresa y de audio. Créeme, nada como la facilidad de revisitar el libro siempre que quieras como quieras. Además, es una especie de invitación al café que le haces al autor para agradecerle.
  • Lee de preferencia los libros en inglés. La inmensa mayoría de traducciones al español son terribles. Te lo juro, te lo firmo. Hay mucho “nuance” que no se puede invocar en la traducción.
  • No pidas opiniones a otros de un libro que vas a comprar. Aprende a ser decidido y rápido.
  • La mayoría de los libros de moda —“El Código Da Vinci”, “Fifty Shades of Grey”— son mala literatura, nadie de los que leemos bien nos vamos a entusiasmar con ellos, pero la ventaja de estos elementos es que al menos te acostumbran a leer bastante. Aunque sean basurita, sirven para entrenarte. Digo, después de leer las cientos de páginas de soft-porn que es el libro de las cincuentas sombras, es más fácil que puedas digerir algo de menor grosor como un libro de Camus o así.

Espero algunas de estas notas te sirvan para #hackearlavida, para convertirte en una PAD, Persona de Alto Desempeño.

Siempre insisto con esto de leer, de exponernos a las ideas de más alta calidad posible porque es mi guerra personal: la mayoría de la gente piensa mal, navegan por el un mundo con notas muy simplistas y nos impiden a los demás obtener más de lo que es posible para una mejor realidad.

Sé nerd. Invierte bastante TADI (Tiempo, Atención, Dinero, Incomodidad) en libros.

Haz tu trabajo propagando artículos como éste si te sirvió. Al compartirlo, explica a tu red por qué lo estás haciendo y qué pasos vas a ejecutar. Nunca sabes quiénes de los que te siguen van a conectar de manera privada contigo simplemente porque estás hablando públicamente de algo que no sabían que te interesaba. Te digo esto por experiencia.

Interactúa. Deja aquí en los comentarios tus recomendaciones o tus técnicas para escoger libros, qué te ha funcionado y qué no. No seas de las personas que solo comentan en publicaciones que los hacen enojar. Dile al algoritmo que te muestre más de este contenido al interactuar fuertemente con él. Pasa al otro lado, uno donde tus redes sociales te entusiasman a diario en lugar de deprimirte y enojarte.

Sé intelectualmente audaz.

Y selo ahora.

—A.