La inacción genera más inacción.

En el momento en que pierdas tu trabajo, obtén cualquier otro. No importa cuál. Recuerda que los días sin actividad terminan enamorándose entre ellos si los juntas demasiado. Las frases “no hay trabajo”, “la cosa está dura” y “con esta crisis no hay oportunidades” son pegamento ideal que mantienen fuertemente unidos esos días malos.

Si eres ingeniero de mantenimiento, petrolero, técnico en sistemas, médico, abogado, nutriólogo o maestro universitario, aprende a soportar estoicamente un “downgrade” y pasar a modo repartidor de pizza, ayudante de cocinero, chófer de transporte público, etcétera. Esto pegará duro a tu ego, pero tienes que entender varias cosas:

  1. Has perdido tu empleo. Situaciones extremas requieren soluciones ágiles.
  2. Debes tomar ese trabajo de “bajo” nivel que no quieres por lo que ya te expliqué: lo necesitas para romper el amenazante ritmo de la “inacción”.
  3. Entiende que no vas a durar mucho en ese empleo. Tres semanas. Dos meses. Un día. Es simplemente para evitar llenar tus días con “nada”. A tu mente debes dominarla a que se concentre en cierto tipo de problemas para que tu realidad los resuelva. No es lo mismo quejarnos que no hay trabajo a quejarnos porque el salario es terrible o que no nos gusta lo que hacemos. Quéjate de aquello que está mucho más cerca del nivel al que aspiras. Quéjate mejor.

Otra cuestión que quiero enfatizar aquí es que no emprendas.

Así es: no, no, no emprendas si acabas de perder tu empleo.

No inviertas.

Te quiero, querido lector, pero emprender en modo desesperación muy probablemente te hará perder tus ahorros. Entiendes que en realidad no estás poniendo un negocio con el dinero que recibiste al ser despedido: lo que estás haciendo es patrocinándote un automegacurso superrealista de negocios. ¿Esos tipos que ves en revistas diciendo que gracias a que perdieron su trabajo se decidieron a emprender y tuvieron éxito? Esos son la excepción. Lo normal no es tener éxito al lanzar una idea. Te lo digo yo que he lanzado decenas y apenas un par han funcionado y que me muevo en este mundo del emprendimiento desde hace mucho.

No quiero desanimarte, pero si tuvieras a tu favor las técnicas y herramientas personales para lograr el éxito en los negocios, bueno, ya llevarías rato aplicándolas en tus empleos y ello te habría hecho renunciar para lanzar lo tuyo. No habrías esperado a tu despido para —entonces sí— «tener tiempo para emprender».

Deseo estar equivocado en tu caso y que seas parte de la excepción. En serio. Me dará gusto estar en lo incorrecto contigo.

Tampoco inviertas. Es básicamente lo mismo. No hay inversiones mágicas que te vayan a dar el dinero para el estándar de vida al que ya te acostumbraste sin que tengas que aportar en ellas muchísimo dinero.

Busca un trabajo y, bueno, esto es un poco complicado de explicar con palabras, pero lo intentaré:

La vida es una onda senoidal. Como dicen por ahí, “a veces estás arriba y a veces estás abajo”.

Es muy cierto.

Una de las cosas que he notado es que todo se facilita cuando te pones a ti mismo en la pendiente hacia arriba de la curva. El momento de tu despido es una distancia muy cercana al valle, el punto más bajo. Estás destrozado, sorprendido, desesperado, abrumado, preocupado. Te sientes derrotado y confundido. No es drama. Es una sensación casi universal. La única ventaja de estar tan cerca del valle, en esa triste posición, es que todo lo demás —si te mueves ágilmente— es cuesta arriba. Hay gente que se enamora del valle sin saberlo. Hay quienes —como tú— intentan salir de ahí a toda velocidad.

Para salir a toda velocidad de ese valle de la muerte debes generar opciones, generar acción. Ponerte a ti mismo en una dinámica ganadora.

Todos los trabajos son dignos. Tú y yo entendemos esto, pero no vas a portar la bandera del orgullo personal si estás acostumbrado a una oficina con aire acondicionado, un buen salario y horario típico para transitar de repente hacia un empleo al aire libre, cansado y mal pagado. Pero —de nuevo— entiende que ya estás haciendo algo a diferencia de estar cruzando los dedos esperando que algo ocurra.

No tomes decisiones muy importantes cuando vayas sobre la pendiente en dirección a uno de estos valles feos de la vida. Esta es la razón por la cual te digo que no emprendas ni inviertas en ese instante. Cuando vas para abajo, usualmente todo va para abajo contigo también.

Y lo opuesto es cierto también. Esas son las buenas noticias.

Esto es lo que vas a hacer:

  • No vas a aplicar a los trabajos de la manera tradicional de hoy en día. Ya sabes, enviando e-mails y llenando formularios en línea. Eso lo hacen todos y no te hace destacar.
  • Vas a llamar por teléfono y vas a ir a las oficinas, aunque te digan que la forma adecuada es por e-mail. Tú haz lo tuyo: mostrar tu interés con voz segura y presencia física.
  • Vas a aplicar al menos a cien empresas a la semana. A cien. De todo giro. Y a cada una la vas a abordar con la actitud adecuada. Esto lo bautizó Grant Cardone como “acción masiva” y funciona con todo lo que te interese en la vida: ¿quieres andar con una super modelo? Pídele su amor a cien y tienes posibilidades de que una te diga que sí. Pero si solamente le dices a un par de chicas guapísimas que conoces y te rechazan, vas a llegar a la errónea conclusión de que las mujeres no quieren nada contigo cuando todo el problema es simplemente que no estás ejecutando acción masiva. Y esto es igual en ventas también. Y es lo mismo para convencer a tu pareja de algo. Y así. La acción masiva es una de esas técnicas infalibles en negocios, a nivel profesional y en la vida. De esas cien empresas a la semana, es im-po-si-ble que todas te nieguen una entrevista o una prueba. Pero si aplicas sólo a cinco al mes porque estás buscando la compañía perfecta, ya sabes cuántas te van a llamar…
  • Vas a ajustar tu CV de forma ganadora. Lee mi artículo UN CURRÍCULUM VÍTAE EXITOSO y haz lo que te explico ahí.
  • No entregues folders típicos. Llega a las oficinas con tu CV de una página dentro de uno de esos sobres que se cierran con un hilo y pregunta por el nombre de alguien de Recursos Humanos. Cuando te lo den, lo escribes con un marcador en el sobre (“Atención a María Hernández”) y se lo dejas a la recepcionista. Listo. Un sobre cerrado sin un remitente genera interés. Un folder cualquiera con la palabra CV es uno más entre cientos de interesados.
  • Si no tienes trabajo, tu trabajo es andar en la calle todo el día consiguiendo trabajo. Es decir, sí tienes un trabajo. Y esa debe ser la mentalidad que te moldea a diario.
  • Sé flexible. Encuentra enseguida cualquier trabajo. Métete a él con todo. Y cuando te hablen de alguna otra de las empresas en que has aplicado y te ofrezcan algo mejor, da las gracias y salta rápido. Siempre muévete hacia el punto donde te conviene. Tal vez no soy la mejor persona para decirte esto dado que tengo compañías y no está en mi mejor interés expresarlo así, pero es la verdad: cuando las empresas te despedimos, te decimos adiós el mismo día. ¿Por qué debes tú regalarnos esa famosa cortesía dos semanas de aviso al renunciar a las empresas que no hacemos lo mismo por ti cuando te despedimos? Muévete rápido.

Empleo hay bastante.

Buenos empleos también.

Empleos geniales quizá no tanto.

Tienes que jugar inteligentemente para acceder estratégicamente por niveles a donde le conviene a tu alma y espíritu. No puedes jugar en el Barcelona si no eres material del Barcelona. No puedes obtener un empleo genial si no eres material genial. En esta etapa de desempleo, del valle de la muerte, no pongas atención a nadie que no sea un modelo fantástico a emular. Todos te vamos a llenar de consejos, estadísticas, frases tontas y apoyo que no pasa de palabras bonitas.

No llames por teléfono a los que nunca llamas por teléfono para saludar y ver qué pueden tener para ti. Llama siempre cuando estés en la cúspide, no cerca del valle de la muerte.

Lo lograste. Ya tienes un buen trabajo de nuevo. Ahora sí. Que jamás te vuelvan a tomar desprevenido. Comienza a emprender dentro de la empresa, sé ese tipo proactivo, agradable, visionario, político, diplomático y solucionador de problemas que usará todas esas características posteriormente en sus negocios. Entiende siempre que un empleo es entrenamiento patrocinado para que seas un súper tú.

El valle de la muerte es para llegar, temerle, reflexionar poco tiempo dentro de él y salir volando hacia lo que nos corresponde hacer.

Colócate en posición ganadora de manera natural siempre.

Sin pena.

Cero dramas.

Enfoque. Ecuanimidad.

La gloria está en el largo plazo.

Disciplina emocional.

Dureza mental.

Sé audaz. Y selo ahora.

—A.

Si este artículo te gustó, mi newsletter te va a encantar. Suscríbete gratis aquí.