Ve a eventos no gratuitos fuera de tu ciudad. Esto te hace ganar en grande:

  • Salir de tu geografía te da visión.
  • Escuchar otras personas te da ideas.
  • Conseguir recursos para ir genera músculo.

Cuando queremos que todo ocurra en nuestras coordenadas, nos limitamos a la suerte de lo que el mundo nos pueda ofrecer. Muchos minimizan la importancia de asistir a eventos presenciales. Dicen cosas como «esos temas los puedes ver en YouTube». Sí, pero no. Jamás va a ser lo mismo ver un video de una hora acostado en tu sofá que estar bañado, bien vestido y perfumado en un auditorio al lado de personas con la misma curiosidad que tú para escuchar la presentación de alguien que te va a lanzar en directo su energía desde el escenario.

Cuando viajamos a alguna metrópolis que no conocemos bien para participar en un evento nuestros sentidos se agudizan. Procesamos la información del entorno de forma muy diferente. Registramos los movimientos de la gente de manera fina. Esto es porque estamos en estado de alerta.

La gente es la misma en todo el mundo: tenemos miedos, sueños, necesitamos comer, dormir y así. El hecho de posicionarnos en lugares distantes nos hace aprender aceleradamente: nuestra mente y cuerpo absorben todo con mayor precisión. La tecnología todavía no nos puede dar esto.

Si algo me sigue sorprendiendo en la vida es cuando labios nuevos me repiten ideas viejas. Así las abordo con bríos renovados. Mucho de lo que vas a «aprender» en estos eventos realmente no es nuevo, pero el contexto —al ser muy diferente a tu rutina— hace que el mensaje sea más poderoso.

El precio de un evento es un filtro. Decir que tus finanzas no te permiten pagar un ticket te entrena en seguir en ese nivel social y mental. Empuja tu realidad a lo que te conviene. Ir solamente a eventos gratuitos te rodea de gente que refuerza tu historia de «no se puede».

Ver la Champions League en casa jamás será lo mismo a estar en un estadio de Europa entonando cánticos con otros en tu frecuencia de entusiasmo. Querer aprender ventas, marketing, emprendimiento y demás nada más sentado pasivamente frente a tu monitor es altamente limitante.

Si no tienes el dinero para pagar un autobús o avión, reservar un Airbnb u hotel y comprar tu pase de admisión a un evento que sabes que te puede volar la cabeza, bien, aquí es donde comienza tu aventura, en este reto personal de generar los recursos.

Si solo quieres asistir cuando tengas dinero, cuando tengas permiso, cuando todas las estrellas correctas del universo estén alineadas, te aviso que lamentablemente ese comportamiento lo llevarás a muchas otras áreas importantes en tu vida y no te dejará avanzar.

Nuestras experiencias tenemos que hacerlas avanzar nosotros, no esperar condiciones ideales. Esto de que salgas de tu código postal hacia un evento pagado no es una invitación que te hago por estar aburrido: es porque si la ejecutas, desarrolla en ti varios músculos estratégicos.

Ten el músculo de considerar cualquier parte del mundo como un lugar al que puedes llegar.

Ten el músculo de mezclarte entre gente que no conoces y salir de ahí con conversaciones nuevas.

Ten el músculo de estar solo en lugares exóticos y usar esto como espacio para meditar.

Escoge una ciudad grande. Escoge un tema sobre el que quieras aprender. Ve a Google, Eventbrite y Facebook y escribe el nombre del lugar y la idea que quieres aprender y ve qué te aparece. «Ciudad de México, inteligencia artificial, evento», por ejemplo. Si lo haces en inglés, muchísimo mejor.

Ya tienes fecha y precio. Ahora diseña el plan. Ve a Google Travel y busca hotel, vuelos, elabora el presupuesto. Ejecuta pasos que de entrada te parezcan exóticos o imposibles. Los problemas grandes se resuelven con ataques pequeños, no con una pincelada de solución mágica.

No pidas cosas. Ofrece cosas. «Jefe, voy a salir de viaje en tales fechas. Faltan diez semanas. Me gustaría reponer desde ahora el tiempo de esta manera (muestras calendario). También podría venir en fines de semana, ¿cómo podemos acomodarnos?». Haz difícil al otro lado negarse.

El error que he visto en muchos a lo largo de los años de plantear esta idea es que inmediatamente piensan en las razones prácticas por las cuales no es posible. Y tienen razón. El dinero. El tiempo. Los niños. El trabajo. Claro. Pero absolutamente todo eso es solucionable.

Velo así: muchísima gente viaja y va a eventos todo el tiempo. Que hoy para ti esto sea algo raro significa simplemente que tu nivel así te ha entrenado a ver el asunto, pero no es la realidad. Eres tú, no el mundo, por lo tanto, ya se han inventando muchas soluciones a esas excusas que pones.

Para el dinero, comienza a vender tus ideas o tu tiempo o tus habilidades en línea. Lánzate a hacer marketing de ti sin pena. Da clases extras a niños de primaria. Ayuda a algún profesional con su papeleo. Anuncia esta disposición en tus redes. A diario. Insiste.

Para el tiempo, haz un inventario de lo que podrías dejar de hacer, lo que puedes ejecutar más rápido y consigue así más horas en el día a través de la magia de organizarte como todo un pro.

Los niños. Sí. Esto es complicado. Imagina que los envías a un fantástico campamento de verano fuera de la ciudad por un mes. Con esto quiero ilustrar que sí los puedes soltar. Encuentra familiares y amigos para hacer trueques donde hoy cuiden a tus hijos y a cambio en otra ocasión tú los apoyas igual.

Del trabajo ya te dije cómo. No es pedir permiso, es negociar. Es llegar con variedad de soluciones para que la conversación no sea un «sí o no» sino «escoge opción A, B, C o diseñamos otra tú y yo, pero esto va a pasar».

He hecho esto de ir a eventos de todo tipo durante dos décadas. Es una de las actividades que más ha hecho explotar mi cabeza. Regreso iluminado, luego no tanto por el evento en sí sino por la experiencia de rodearme de personas que están ejecutando a niveles que admiro.

Mi confianza personal y profesional crece entre más me mezclo con otros pros. Aprendo de comida, bebidas, lugares y hacks de vida de otras personas que son curiosas y también se mueven para conectar en este tipo de eventos diseñados ex profeso.

Cuando tienes que negociar con un taxista en otro idioma, resolver en tiempo real un problema con tu reservación de hotel en otro país, cruzar un estricto control de aduanas, bueno, al regresar los retos de tu vida normal no lucen lo grandes que parecían antes de salir.

Ve a eventos pagados en lugares cada vez más lejanos. Este es un gran hack para conectar con gente interesante, escuchar ideas que luego tardan meses en aparecer aquí y tomar el pulso de cómo piensan y se mueven aquellos que están en los niveles que te interesa conquistar.

Ecuanimidad. Enfoque. Largo plazo.

Sé audaz. Y selo ahora.

—A.