“Solo ponte los tenis”, es uno de los consejos que más vas a escuchar de corredores experimentados. Aunque esto es muy fácil de entender, para mí resultó bastante complicado de ejecutar. En mis tempranos treintas, hice algo muy raro: apreté el botón de pausa por un par de días para autoevaluarme en la dirección general de mi vida. Llegué a la fácil conclusión de que mi condición física era terrible y que eso debía cambiar. Decidí comenzar a hacer ejercicio —la próxima semana, claro— y en mi lógica de tipo inseguro, lo primero que hice fue ir a comprar tenis y ropa deportiva “adecuada”, consiguiendo con eso sentir tontamente que ya había avanzado en mi objetivo.
Aquel ritual de ir a tiendas de deportes para equiparme lo ejecuté probablemente en media docena de ocasiones durante más de diez años antes de por fin conseguir resultados con el ejercicio. Mi alto nivel de inseguridad personal me hacía preocuparme más por comprar pantalones que ocultaran mis piernas flacas y playeras holgadas para disimular mi sobrepeso que en enfocarme en construir una rutina constante y aprender las técnicas adecuadas. Por eso fracasé tantas veces en insertar el ejercicio en mi vida, porque ponía mi atención y ejecución en cosas que no eran realmente relevantes para el arranque.
Cada salida en falso en mi objetivo para intentar llevar una vida sana solo hacía más difícil conseguirlo, porque el fracaso alimentaba a mi feroz vocecita interna que me gritaba que eso del ejercicio no era para mí, que no tenía el cuerpo que se requería, que dolía mucho, que era cansado y que mejor debería tomar pastillas para adelgazar, que no tenía tiempo, que era algo que debía haber comenzado mucho más joven y que ya, ni modo, que aceptara mi vida como era porque tal era la suerte que me había tocado.
Preocúpate por la moda deportiva que usas cuando estés realmente ya en modo deportivo. Para arrancar —en todo— enfócate en las dos o tres acciones que verdaderamente importan.
Esto es lo mismo con la marca personal. Cuando hablo con nuevos alumnos sobre este tema, me hacen preguntas estilo cuál webcam les conviene, qué herramientas digitales deben utilizar para programar su contenido, cuánto debe durar su video, qué redes sociales favorecer, cómo contratar a un diseñador gráfico y así.
A ver, preocuparte por esas cosas en el inicio de tu marca personal es exactamente lo mismo que yo hacía en mis inicios para meterme al ejercicio: inseguridad personal disfrazada para evitar ponernos a hacer lo que en verdad tenemos que hacer.
¿Qué es lo que en verdad tenemos que hacer en marca personal? Tener conversaciones públicas a diario con nuestra audiencia en internet. Esto es el equivalente de «solo ponte los tenis»: fácil de entender, difícil de ejecutar.
Tenía treinta y cinco años la primera vez que dominé cinco kilómetros corriendo sin sentir que moría. El alcohol, los cigarros y las noches de desvelo sin sentido quedaron rápidamente atrás. Todavía recuerdo muy bien aquella noche cuando lo logré.
Tenía treinta y tres años la primera vez que escribí un artículo viral. Mis dudas sobre el estilo de mi redacción, el valor de mis ideas y el poder de las redes sociales quedaron rápidamente atrás. Todavía recuerdo muy bien aquella semana donde los likes crecían a ritmo increíble en mi publicación.
Para que un cohete escape de la atmósfera necesita velocidad de escape.
Para alcanzar velocidad de escape necesitas ejecutar con precisión la física fundamental, no obsesionarte con el logotipo de tu empresa espacial o el nombre de la nave. No te distraigas con cosas cosméticas cuando no has construido lo que importa.
Haz esas cosas importantes. Y verás que el momento donde conseguirás velocidad de escape en tu objetivo de hacer ejercicio y de tener una buena marca personal será obvio. No habrá forma de que puedas confundirlo.
Yo no soy coach de fitness. Lo único que te puedo recomendar es ir a un gimnasio, tener amigos que hagan actividades físicas, invertir en eso, correr, nadar, levantar pesas, hacer yoga, cuidar tu nutrición. Ya sabes. Ejecutar a diario como todo un pro.
En lo que sí soy un coach genial es en temas de marca personal. Durante años he impulsado a emprendedores, profesionistas y universitarios a conseguir velocidad de escape.
Creo honestamente que la marca personal es la estrategia de negocios más poderosa en la que te puedes involucrar. Da miedo porque la vieja guardia te va a decir que no es necesario, que eso de exponerse en redes, bueno, ellos jamás lo han hecho. Claro. Si tienes una máquina en el tiempo y regresas al pasado para construir tu empresa en la década de los setentas u ochentas, tienen razón, esto de la marca personal es innecesario totalmente.
Pero los visionarios como Elon Musk y Steve Jobs te han demostrado que la tendencia de todas las compañías modernas es posicionar a su líder como una herramienta poderosa para la organización, un activo verdadero. Cuidado: lo que hoy luce innovador, en muy poco tiempo se vuelve lo normal. Así que sí, tener una buena marca personal es hoy en día algo que te da ventaja, pero no siempre será así. Debes aprovechar la oportunidad mientras existe, antes de que se vuelva moneda corriente.
Si quieres saber si lo que he aprendido de marca personal funciona, pregúntate cómo conseguí hacerte leer cada uno de estos párrafos con interés cuando todo en internet está peleando por tu atención a cada instante. En este momento le gané a tu serie favorita en Netflix, a tu crush en WhatsApp y a los influencers de TikTok. Copia mis técnicas descaradamente.
Te veo dentro del curso.
Enfoque. Largo plazo. Ecuanimidad.
Sé audaz. Y selo ahora.
—A.