Si quieres ganar al menos unos diez mil dólares al mes, hay tres rutas:
[a] Ubicarte en lo más alto de tu profesión dentro de una organización que lo valore. [b] Inventarte un trabajo que te posicione con ventaja. [c] Crear múltiples fuentes de ingreso.La ventaja de una organización que te pague bien es que adquieres transportabilidad. Esto significa que una vez que eres atractivo para empresa petrolera A, las empresas petroleras B, C y D suelen asignarte rangos salariales similares. La desventaja es que en los altos niveles de una compañía se exige siempre un desempeño monumental dentro del cual pocos consiguen mantener control de su dieta, peso, estrés, relaciones y espacio para otras actividades, lo cual afecta innegablemente la calidad de vida.
Inventarte un trabajo que te pague muy bien suena romántico. ¿Quién no sueña con ser su propio jefe? Lamentablemente, este camino es muy solitario y requiere desaprender muchísimo de lo que hemos absorbido durante dos décadas en el sistema educativo tradicional. La estructura del comportamiento que necesitas tener es incierta pues a diferencia de un empleo normal, aquí hay muchos consejos contradictorios al respecto. Esta una arena extremadamente caótica para quien no está acostumbrado a adaptarse rápidamente a los vaivenes emocionales que implica lidiar directamente con el mercado.
Generar múltiples fuentes de ingreso es un movimiento magistral si tienes la personalidad para ello. Esta forma de ejecución implica que seas consciente de la importancia de colocarte de forma predeterminada en el papel de quien delega y también de quien sabe ser un mero intermediario, abandonando la adicción a recibir la etiqueta del que crea, del que hace. Quien consigue generar buen dinero a través de múltiples fuentes de ingresos suele estar contento con no meterse a los detalles de cada operación en la que su nombre está involucrado. Aquí favoreces capital para generar más, no ejecución para aprender.
Ama lo que haces. Busca tu pasión. Notas así son poderosas para guiarnos pero mi invitación es a que seas primero pragmático y luego idealista. Pon pan en la mesa consistentemente y después sé filosófico sobre aquello que hace brincar a tu alma. Casi todos los que hacemos mucho de lo que nos gusta comenzamos haciendo cosas que no disfrutábamos al máximo en el principio. Desarrolla y exhibe tus fortalezas sin que te estorbe el hecho de que no estés en la actividad de tus sueños.
Te comento hoy todo esto porque hace un par de días platicaba con una universitaria sobre el dinero y cómo casi nadie es experto en este asunto. Le di cifras del estilo de vida que le gustaría tener y le expliqué que no iba a conseguirlo con un «buen trabajo» en los próximos años. Esto no por falta de fe en sus habilidades sino por la realidad del mundo. Le hice ver que quienes tienen los estilos de vida que nos gustan están ubicados mayoritariamente en los puntos [b] y [c] de estas ideas.
Sí, claro, trabaja en una empresa, adquiere experiencia y al mismo tiempo mientras estás ahí —le dije— sigue como edecán en eventos por las noches y en fines de semana además de continuar haciendo trabajos administrativos como éste con el que nos estás ayudando en mi empresa hoy. No compres la narrativa de que sólo debes estar enfocada en tu empleo. Piensa que ese empleo no estará únicamente enfocado en ti. La importancia de adquirir experiencia laboral en compañías es para conocer de primera mano cómo comportarte en modo corporativo, estudiar sus procedimientos, adquirir el idioma profesional y hackear tu visión para que no veas el asunto como una simple transacción donde te pagan por cierto tiempo y habilidades sino que entiendas que es un fantástico entrenamiento patrocinado donde tienes la oportunidad de aprender en tiempo real cómo lidiar con colegas que no te gustan, instrucciones sobre las que cometes errores, proveedores que incumplen, reportes que te rebasan y etcétera.
Llevo algún tiempo preguntando a todos los jóvenes que se cruzan en mi camino a través de cursos, conferencias y pláticas casuales si saben cuánto cuesta de forma precisa ese viaje a París que dicen que es su sueño o la casa grande que admiran en tal parte elegante de la ciudad. La aplastante mayoría no tiene idea de precios reales de vuelos, hoteles o bienes raíces. Esto ocurre porque mucha gente es pasiva y esperan a investigar las cosas hasta que tienen la necesidad. Tú no seas nunca así. El truco es hacerlo totalmente al revés. Primero te enteras de las cifras, usas esa información como inspiración y te vas moviendo en cuerpo y mente para conquistar los objetivos. He cotizado cuestiones exóticas como vuelos en aviones privados y renta de villas exclusivas porque sólo así le doy oportunidad a todo eso para ser parte de mi vida en algún punto.
También me gusta preguntar a los padres de familia si comparten cantidades con sus hijos. ¿Por qué no hablamos de nuestros salarios y gastos concretos mes a mes con ellos? Comencé a hacerlo con mi hijo a los catorce años y su quijada cayó al suelo cuando se enteró lo que cuesta vivir en modo clase media. Mi intención es disuadirlo de que el día de mañana se entusiasme por un empleo que le pague quince mil pesos mexicanos al mes. Que lo acepte si es conveniente en ese instante de su vida en que va empezando, claro. Y que aprenda mucho, sí. Pero sobre todo, que sepa que no puede considerar por ningún motivo que esa cantidad es suficiente o que tal es el camino con el cual va a conseguir las cosas que le gustaría ver manifestadas en su vida.
En el ejemplo inicial te hablo de diez mil dólares norteamericanos como si fuera una cifra alta. Lo es en ciertas coordenadas. Es nada en otras. Tienes que saber en dónde estás ubicado porque esto es parte de las reglas de tu juego personal. El estándar económico al que te estoy empujando que pongas en tu radar es una cantidad mensual que te permita vivir en el mejor espacio residencial de tu ciudad.
Conozco profesionales en lo más top de su juego dentro de corporaciones prestigiadas.
Conozco personas que son sus propios jefes con resultados envidiables.
Conozco expertos en crear y administrar múltiples fuentes de ingreso.
Todos y cada uno de ellos entienden muy claramente el juego que están jugando. No se distraen cambiando de cancha. No se frustran viendo el patio de juegos de junto. No obedecen reglas que no apliquen al área estratégica en la que están. Muchos de ellos siguen con educada curiosidad tendencias rimbombantes como cripto, inteligencia artificial, el metaverso y así. Tal vez algunos —los más osados entre ellos— apuestan unas pocas fichas de su casino personal en aventuras así, pero casi todos reinvierten correcta y constantemente en hacerse más fuertes y poderosos en el campo que ya dominan.
Ninguno de ellos consiguió sus resultados de forma inmediata —y esto te sorprendería enterarte cuántas personas no lo entienden como algo obvio.

El consejo más práctico que te puedo dar independientemente de cómo vayas a moverte —corporativo, tu propio jefe o master de las múltiples fuentes de ingreso— es que modeles la imagen de quienes ya tienen éxito ahí.
Si el tipo que admiras en lo alto va a tal gimnasio en tales horarios y viste de cierta manera, considera irte por esa ruta. Descubre por qué hace lo que hace ejecutándolo, no analizándolo nada más a la distancia. Esto te va a regalar inteligencia de negocios a la que no podrías acceder solamente con reflexiones pasivas.
Cuando no estamos modelando nuestro comportamiento de forma consciente hacia un objetivo, estamos absorbiendo voluntariamente los modos, visiones, actitudes e ideas que la gente en nuestro nivel nos impregna fácilmente. No es que sean malas personas, pero si la realidad del grupo de personas con el que más convives no es una que te encante, entonces debes cuidar esto de tu modelado todo el tiempo.
Es probable que nadie te haya explicado todo esto sobre el dinero que necesitas para vivir la vida que quieres. Va con amor.
Determina el juego que mejor va con tu personalidad.
Reinvierte en él todo el tiempo.
Y modela adecuadamente.
Ecuanimidad. Enfoque. Largo plazo.
Sé audaz. Y selo ahora.
—A.