Estas son algunas acciones poderosísimas a tu alcance si eres universitario nivel clase media hacia abajo en México:
- Obtén tu visa norteamericana ahora que estás en esta etapa escolar. Evita frustraciones posteriores donde te la niegan por no tener forma de demostrar que no te convertirás en un ilegal más en su territorio. Yo no obtuve este importante documento en su momento lo cual se convirtió en una pequeña pesadilla personal que me acompañó innecesariamente varios años y me impidió acceder a oportunidades en Estados Unidos.
- Trabaja algunas horas o medio tiempo en empresas grandes como Cinépolis u Oxxo. La idea más allá del dinero es que conozcas procedimientos corporativos, que generes el músculo de balancear tus actividades como todo un pro y que dejes atrás la típica narrativa prima del fracaso donde tus compañeros repiten frases como “es que llevo muchas materias”, “es que este semestre es complicado”, “es que no me da tiempo por las tareas”, lo cual tú y yo sabemos que son meras excusas porque las fiestas, Netflix, los videojuegos, el romance y las salidas, para esos sí existe espacio. Desde la mitad de mis estudios universitarios colaboré en Harmon Hall dando clases de inglés. La madurez y contactos que esto me dio fue invaluable.
- Asiste a la mayor cantidad posible de congresos estudiantiles fuera de tu ciudad. Aprende a moverte bien en aeropuertos, a conseguir hospedaje, cosas así. Construye la disciplina de disfrutar una larga noche de fiesta, regresar tarde al hotel e incluso así levantarte temprano y con buena actitud para las primeras actividades planeadas del día. Esto sí lo favorecí en mi tiempo universitario y me dio mucha confianza personal.
- Ve al gym y haz ejercicio sin excusas. Tu cuerpo es una máquina que parece que va a estar en las condiciones prístinas en las que lo sientes ahora pero créeme, te vas a sorprender en lo fácil que cae en mal estado cuando comienzas a trabajar y no tienes la disciplina de cuidarte. Velo así: estás en tus tempranos veintes, te sientes como nuevo porque puedes emborracharte hoy y mañana andar por la vida sin problemas, pero esto no es sostenible ni deseable. Lo segundo es que has vivido poco, por lo tanto no han llegado a ti malas consecuencias reales de cosas que tuviste que haber hecho y no hiciste. Esto lo vas a experimentar mucho más adelante. Créeme: siempre llega. De las cosas que no hice en lo absoluto en mi etapa universitaria fue esto y pagué un precio terrible con mi salud. En retrospectiva, sí pude haber ido a un gimnasio y combinarlo con correr en las pistas del campus de haber tenido la inteligencia de eliminar historias pobres que taladraba en mi ser.
- Aprende inglés muy bien. Si ya estudiaste un programa y terminaste en alguna escuela, hazlo de nuevo. El día que puedas entender muy bien todas las noticias en CNN, hacer llamadas telefónicas sin problemas y escribir un ensayo con seguridad, bueno, en ese momento tu dominio del idioma está comprobado, mientras tanto, no. Tuve la fortuna la oportunidad de ingresar a la universidad con el inglés ya detrás de mí lo cual expandió mis horizontes. Eso quiero para ti.
- Deja de imitar a tu círculo cercano. Piensa global. Admira global. Ejecuta global. Tu círculo cercano de amigos están igual o peor de confundidos pero nadie lo va a decir en voz alta. El ego es muy grande para decir “tengo miedo”, “no sé cómo actuar”, “me siento mal habiendo escogido esta carrera” y demás cosas así. Lo que la gente a nuestro alrededor hace es tratar de lucir mucho mejor de lo que realmente está, así que no los tomes como referencia porque casi todo lo que nos muestran es superficial. Si no hay médicos profesionales exitosos en tu árbol genealógico, muchos de los consejos que tu familia pueda darte para esta área no son eso sino opiniones. Tuve la necedad emocional suficiente en mí en aquella etapa para ignorar a muchos a mi alrededor y así fue como me pude aventurar a ideas y relaciones que lucían exóticas en mi nivel socioeconómico.
- Aprovecha los intercambios académicos disponibles a tu alcance. Vive fuera de casa de papá y mamá. Esto no lo hice y me hizo creer que el mundo era simplemente una ampliación de mi ciudad cuando esto no es el caso. Esta idea es fácilmente atacada con la respuesta de que no hay dinero, que no se puede, para qué, qué necesidad de alejarte de casa, etcétera. Venimos a volar, no a quedarnos en el nido por miedo. Tontamente tardé mucho tiempo en abandonar la casa de mis papás.
- Invierte dinero todo el tiempo. Hoy en día, abrir una cuenta en GBM, Plus500 u otras apps en esta línea es incluso menos complejo que configurar tu avatar de Fortnite y coordinar la partida vía Discord. Abandona el pensamiento de que invertir es para los profesionales, que es algo para cuando ya ganes mucho dinero, que tienes tiempo. Entre más pronto lo hagas, más te va a amar tu versión futura. Si a los veintes comienzas con esta disciplina de comprar index funds —por ejemplo— y sostienes el asunto sin parar, a los cuarentas no te quiero contar la posición super privilegiada en la que te vas a encontrar. Nunca nadie aventó esto en mi radar y si pudiera regresar el tiempo, es de las cosas que absolutamente favorecería en mi comportamiento juvenil.
- Medita como si fueras un gurú hindú de setenta años. Nos entrenamos en ser profesionales, responsables, creativos, innovadores, puntuales, estudiosos y demás conceptos que nos suelen poner dinero en la mesa, pero no moldeamos con la misma tenacidad la capacidad de desconectarnos, de abrazar la espiritualidad, de enfocarnos en un pensamiento trascendental. Ésta es de las acciones más poderosas que puedes meter desde hoy a tu cartera personal de habilidades. Este asunto es tan importante que absolutamente todos los políticos, empresarios y celebridades mundialmente relevantes lo hacen. Y todos ellos mencionan esta actividad como vital para su rutina. Si tú la insertas en ti desde ahora, te llevará a niveles altísimos muy rápidamente porque casi nadie sabe posicionar el ruido, el caos de su mundo y su mente en modo controlable.
- Nada a contracorriente ahora que tienes fuerzas. YOLO es una filosofía que te invita a experimentar las cosas para que no llegues al final de tu vida y te arrepientas. El problema es que mucho YOLO te hace tonto. Combina esto con aprender a pensar. Casi nadie sabe pensar. Creemos que pensamos pero únicamente solemos llegar a la primera causa. Es decir, pensamos que el cigarro causa el cáncer y ya, pero no nos empujamos a pensar qué demonios hace que el cigarro aparezca delante de nosotros. Y así muchos otros ejemplos. Esto de pensar en el efecto del efecto es conocido como pensamiento de segundo orden. Tenlo activo. Tardé tres décadas en comenzar a hacer esto. Tú no seas así.
- Ten amigos de todos los sabores y colores. No hagas extremadamente fuertes los lazos con tus compañeros de la universidad en el sentido de que vivas para ellos, respires con ellos a tu lado y así. Muchos cometen el tremendo error de ingresar a la uni, hacer un grupo de cinco amigos y a partir de ahí, el resto de los años hacer todo en conjunto con ellos. Van a las mismas clases, hacen todos los proyectos posibles juntos y luego en las noches siguen hablando en WhatsApp como si no hubiesen interactuado de frente en todo el día. Hospeda extranjeros en tu casa con couchsurfing.com, envía e-mails y mensajes de inbox a influencers que admires, paga por ir a eventos solo para conectar con nuevas caras. Cuando alguien que admires te regale tiempo, regálale libros a estas personas para enviar el mensaje de que eres alguien a tener en consideración ya que te comportas de una forma más sofisticada. No supe el valor de un networking amplio hasta que ya me resultó necesario ejecutarlo. No te pongas en esta posición.
- Aprende a tu ritmo. La mentalidad de borrego en la mayoría de los universitarios es esperar a que un maestro decida abordar un tema o que tal semestre llegue porque ahí hay tal materia en la que por fin van a aprender tal técnica. Caray. Está YouTube, Platzi, Wikipedia, Google, Masterclass, etcétera. Deja de ser pasivo en lo que te interesa aprender. Acelera las cosas y te sorprenderás al ver resultados que otros no se van a poder explicar cómo obtuviste. ¿Sabes? Cuando cultivas la paciencia para esperar a que la institución te explique las cosas a su ritmo, llevas este comportamiento a tus futuros empleos y no te certificas en nada ni viajas a congresos ni compras workshops porque esperas que la empresa cubra todo eso. Esta actitud te deja a merced de los que nos movemos rápido, sin permiso y con sentido de urgencia para resolver las cosas que importan en la vida. Métete a muchos temas. Al momento de redactar esto acabo de inscribirme a un curso de chino mandarín con una maestra de Chile, estoy estudiando técnicas de Edward de Bono para desarrollar habilidades de pensamiento en niños y bueno, estoy todo el tiempo pagando eventos, descargando apps, leyendo tutoriales y viendo videos de todo lo que necesito desbloquear para avanzar en mis objetivos. Esto es de las pocas cosas que me hacen sentir orgulloso decirte que sí hago desde mi época universitaria.
- Conversa sobre temas interesantes. Esto es difícil si mantienes siempre el mismo círculo de amigos, no porque no puedan ser personas interesantes, pero sí porque la cantidad de notas que pueden intercambiar entre ustedes siempre tendrá un límite natural. Además, su expertise en cualquier área de la vida está inherentemente limitado por la edad. La mejor forma de meterte a conversaciones increíbles para luego poder conectar mejor en tus pláticas con otros es escuchando buenos podcasts como el de Lex Fridman, Joe Rogan y Tim Ferriss. También leyendo libros geniales como los de Yuval Noah Harari, Walter Isaacson y John Brockman. La gente interesante es bienvenida en todos los lugares que importan.
- Diseña tu vida. Casi nadie hace esto. Lo que ocurre a la gente es que simplemente suben los peldaños que les dicen que son los siguientes: de kínder pasas a primaria, sigue secundaria, después bachillerato, luego la universidad, aquí puedes elegir un posgrado o irte a trabajar directo. A partir de aquí, todo es lo mismo : trabajar muchos años con la esperanza de retirarte algún día en tu vejez. Esto no es un diseño de vida, es un elevador en el cual todo el mundo entra voluntariamente sin considerar siquiera la posibilidad de que hay otras maneras de abordar nuestra existencia. Tardé muchos años posterior a mi egreso de la universidad para ponerme al frente de mi vida. Ha sido doloroso y frustrante porque tuve que iniciar esta travesía desde cero. No esperes —como yo— a ser adulto padre de familia para trazarte objetivos con horizontes ambiciosos. Comienza ya.

Hay un universitario extraordinario en ti. Créetela.
Ecuanimidad. Enfoque. Largo plazo.
Sé audaz. Y selo ahora.
—A.